Autocontrol Malgastado

Antes del jolgorio findesemanesco con excursión incluida, algo intelectual para que no se diga. Copio un artículo que he visto en bitacorarh.com una de esas webs que empecé a visitar por trabajo pero que a menudo tiene entradas interesantes.

Un grupo de investigadores han demostrado como la resistencia natural al cambio poco tiene que ver con la pereza. Más bien es una cuestión de ahorro energético personal. Para demostrarlo realizaron una serie de experimentos que detallo a continuación:

Se reunió a un grupo de personas en una sala donde había un irresistible olor a galletas de chocolate recién salidas del horno. En el centro de la sala había una mesa con dos recipientes, en uno de ellos estaban las galletas que desprendían ese olor tan maravilloso, en el otro, unos sanos, pero insípidos rábanos. A un grupo de personas se les pidió que comiesen tantas galletas como les apeteciese, al otro grupo se les dijo que sólo podían probar los rábanos. Mientras los “conejillos de indias” cumplían sus correspondientes cometidos, los observadores abandonaron la sala. El objetivo era que las personas que estaban comiendo los rábanos sintiesen la tentación de “picar” alguna de las galletas, pero éstos, obedientes, ni las probaron.
Terminada la prueba, se les pasó a otra sala para que hiciesen otro experimento totalmente diferente. En esta ocasión se trataba de que los participantes completasen una forma geométrica con un lápiz sin poder levantar éste del papel. El ejercicio era imposible, pero el objetivo final era poder comprobar la persistencia de los participantes por sacar adelante el cometido. El resultado fue el siguiente: las personas que comieron los rábanos lo intentaron durante una media de 8 minutos, los de las galletas de chocolate 19 minutos. Como veis, la diferencia es considerable.
La conclusión de los investigadores fue, por lo menos, curiosa: el autocontrol es un recurso finito. Aquel grupo que fue obligado a comer los rábanos tuvo que hacer uso de un mayor autocontrol y esto les llevó a que su fuerza de voluntad para terminar el segundo ejercicio fuese menor.
El trabajo es un entorno lleno de normas y procedimientos; implícitos o explícitos. Cultura, valores, misiones, funciones, jerarquías, procedimientos, creencias, ... Todo ello requiere que nuestro comportamiento se adapte. Pero hay dos caminos: Uno consiste en encajar, en entender, aceptar y vivir este entorno como una prolongación de nuestra vida. El otro se caracteriza por lo contrario.
En el primero, el autocontrol es mínimo, no tienes que fingir, puedes ser tú mismo, demostrar lo que piensas y vivirlo de una forma libre. Consume poca energía y nos permite utilizarla en lo que más nos gusta, dedicarla a aquello que merece realmente la pena (la familia, las aficiones, los amigos, ...).
El segundo camino devora nuestra energía. El autocontrol utilizado para disimular el gap entre lo que somos y lo que hacemos hace que nos vaciemos. El miedo a perder el trabajo, a no ganar dinero, a no poder permitirnos ciertos caprichos,... nos esclaviza. El resultado es que la energía que podrías dedicarle a lo que te gusta la dedicas a algo en lo que no crees ... y esta factura la suelen pagar los que menos se lo merecen
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6 comentarios:

  1. Javierito: es buenisimo. eL Problema que me has creado es que no se en que lado estoy.Pero yo hubiese sido conejillo de galletas!!!

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  2. polilla
    Me parece muy interesante lo indicado por nuestro amigo prosi.
    Yo me comería las de chocolate y le metería a maxi un rabano por el culo.

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  3. Con la suerte que tengo, seguro que me toca comer los rábanos y como soy un poco tonto, seguro que era de los que subía la media dedicandole mucho tiempo a resolver el problema sin solución.

    Pero bueno, como siempre, nuestro amigo prosickito nos trae cosas didácticas, no habrá algo sobre Ubuntu?

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  4. quien dice que el ejercicio era imposible,pamplinas

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  5. capi:

    curioso.
    me dan un rabano y les cago en una esquina.


    maximino maricón!!

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  6. Macho, al final del texto ya tenía la cabeza en otra cosa.
    A partir de ahora cuando me salga algo mal diré haber comido rábanos.

    Iamnotlikeeverybodyelse

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