Este también es de Dios...

Aunque seguramente no os caiga tan bien como Antonio Puerta o Emma Penella, aunque seguramente la responsabilidad de no ser un personaje querido dentro de nosotros sea totalmente suya; Francisco Umbral también es de Dios y no es justo que publiquemos nuestro dolor por esas muertes y no por las de este magnífico escritor, columnista, articulista y tertuliano.

Don Francisco ha sido un escritor prolífico, una persona totalmente entregada a la escritura; con un lenguaje impresionista, lleno de neologismos, metáforas a veces incomprensibles y siempre abierto a las nuevas tendencias de la sociedad, ha sido uno de los grandes cronistas de la llamada Movida Madrileña y del último cuarto del siglo XX en España.

Con su voz grave y su caracter altivo, siempre será recordado (injusta y estúpidamente) por haber llamado paletos a los habitantes de Aranda de Duero (tras recibir a Jose Mª Aznar con bítores mientras que Felipe González era abucheado en la Universidad esos días) y por no haber tragado con Mercedes Milá en TV, ya que a él se le dijo expresamente que iba a hacer promoción de su libro.

Como opinión personal, creo que todas las muertes son igual de respetables y todas son igual de dolorosas; la muerte creo que es el último bastión privado que nos queda dentro de esta vida cada vez más pública en la que nos intentan envolver con este espíritu del "todo tiene un precio"; por eso me alegro de que Don Francisco Umbral haya fallecido en este día, lo recordaré con cariño, me haré unas risas cuando vea de nuevo el santo video del libro, algún día me apetecerá releer "Las Ninfas" y por que seguramente esta semana no piense: "Joder, que pesaos con el Francisco Umbral!!!"

ACTUALiZACIóN TRAS MEDITAR UN RATO:

Como veis, chicos, hemos caido en la simpleza de la Prensa que tanto odiamos, por lo que os propongo un trato, no hablar de muertes de nadie en este blog, por que todas lo merecen y por que ninguna es suficientemente buena. ¿Aceptais?

1 comentario:

  1. Pues si, todos los muertos son de Dios, incluídos por ejemplo los más de 500 que murieron en un terremoto en Perú hace un mes, y tampoco decimos nada.

    A cada uno le duelen sus muertos, lo demás da pena, por supuesto, pero no es lo mismo...

    Y lo que hay, sobre todo, es mucha mucha demagogia de mierda barata. Sólo hay que encender la tele para morirse del asco.

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