Ayer por la noche, el Crápula abría sus puertas por última vez. Ya sé que a la mayoría de los que leen y participan en este blog, es una noticia que les dará igual, pero para mí es una perdida muy grande. Si bien es cierto que no iba con la frecuencia que me gustaría, también es cierto que sabía que estaba ahí para cuando me apeteciese ir. Era uno de los pocos, si no el único garito de toda A Coruña en donde se pinchaba Rock&Roll. Pero R&R con todas las letras, nada de mariconadas poperas ni rollito indie (que no critico, pero es necesario que cada música tenga su espacio) y ahora no va a haber ningún sitio en A Coruña en el que pinchen R&R.
Buenos momentos he pasado entre las paredes de este local. No muchos, pero pocos e intensos.
Guardo con especial cariño una vez que fuí con Ignacio, entre otras personas, y empezamos a bailar de manera divertida, hasta acabar agarrandome por la cintura y dejarme boca a bajo mientras yo abría y cerraba las piernas al ritmo sincopado de la música. U otra vez que había una "chica" de aspecto rudo y rockero que al verme bailar en mi clásica postura escarranchada a ras de suelo pero sin tocarlo, se puso a imitarme y no pudo evitar dar con sus anchos huesos en el suelo, jajajaja........y tuve que ayudarla a levantarse (como pesaba la cabrona).
Una de las cosas que más me gustaba del Crápula es que no había sitio para la ambiguedad. Me explico. Todo en este local era rockero, y era muy poco probable que después de escuchar un temazo potente te colaran una estúpida canción de ñoñipop, o a los pesaos de Fangoria con su último grijit. Y en cuanto a decoración o publicidad no utilizaban nunca elementos más poperos con un afán de atraer a un posible público potencial, lo que a buen seguro les hubiese reportado mayores beneficios. Los aficionados que parábamos por allí nos hemos quedado huerfanos, sin duda. Tan solo nos quedará el recuerdo, y eso muchas veces no es suficiente.
Una de las cosas que se repetía en todas las conversaciones con gente que vas conociendo y que te decían que conocían el sitio, porque habían ido alguna vez, era la frase: "a mí me gusta pero nunca conozco ninguna canción" jajaja. Y eso para mí no es un sintoma de snobismo, todo lo contrario, era la prueba de que no pinchaban siempre las mismas canciones rompepistas que a buen seguro nos harán bailar con dos copas de más. Allí no ibas para escuchar los éxitos del momento, para eso te vas a cualquier otro local, ibas para escuchar buena música, y si no conocías algo y tenías interés en saber lo que era, pues acercarte al pincha y le hubieras preguntado.
Lo dicho: una pena.
Iamnotlikeeverybodyelse
El gran problema del Crápula era el olor a sudor. De todos modos es una pena que ya sólo haya dos tipos de garitos: para modernos gafapasteros y para fans de Shakira.
ResponderEliminarSiempre te quedará el club coruña
ResponderEliminarOstia, Curtis ya no me acordaba de ese gran baile. Es cierto que fue un momento divertido. Por cierto que no tenía ni puta idea de que cerraban El Crápula.
ResponderEliminarD.E.P. y/o/u R.I.P.
ResponderEliminarPena jrande. Sempre se van os mellores. Era un bar da categoria
ResponderEliminarTuri, con mucho cariño!!!! Se te olvido comentar esto antes de que cerraran el garito!!!!
ResponderEliminar!!!a lo mejor alguien tomaria una ultima copa en el garito!!!
!!cuan cerro PepeGangas se te aviso!!!
Cabron.
Jooooo, nunca fui pero me apena que cerase. Por lo que comentas era lugar perfecto par mí...snif snif.
ResponderEliminarNo siempre es necesario perder algo para darse cuenta que era bueno.
Bicos,
inés
Hola!! Yo tb fui una adepta del crapula, aunque sabe dios por qué, en cierto momento deje de ir y... weno, esto no es a lo q yo venia, asi q no me enrollo. Alguien se acuerda de como se llamaba el chow de los martes en el crapula en el 98 (maomeno)? Mare, q pureta estoy!! jijiji. Es q no lo recuerdo, y eso q no me lo solia perder. Con el sitilashun (no sé como se escribe) y el tipo q se sentaba en el water con el q me descojonaba...
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