Cosas que ocurren... y que hay que disfrutar.

Hoy me he levantado un poco perezoso, no me apetecía hacer nada, ayer estuve viendo la SuperBowl y, no sé, que se me hizo tarde y no me apetecía ir a correr, haciendo un esfuerzo sobrehumano, me até las zapatillas, me puse el pantalón corto, camiseta, cortavientos y gorra, cogí el coche y para La Solana...

Calenté y estiré un poquito, me eché a correr, tenía pensado hacer 10 km, como la semana pasada, sin problema, sin forzar... tranquilo y disfrutando de una mañana con una temperatura agradable y sin viento, apenas unas gotitas finísimas caían de vez en cuando y se agradecían, ¡que fresquitas!

Cuando iba por La Torre, la verdad es que me encontraba genial, ningún cansancio y no me lo esperaba, porque el sábado me había metido 16 km. y acabé derrotado, así que seguí, sólo tenía que llegar al Hotel Riazor y la ducha caliente me estaría esperando, ¡chupao! 

Pero cuando llegué allí... ¡Coño, Pablo! ¡Si te encuentras fenomenal! Vamos hasta el Playa... hasta el Milenium... y cuando la vi supe que tenía que intentarlo después de años, y me la subí del tirón, despacio.. por supuesto.. pero sin parar, controlando la respiración y los pasos y llegué arriba... ¡Guay! 

Pero el ser humano nunca se ha conformado con batir un reto sin buscar otro rápidamente aún mayor así que ya que estaba allí y me seguía encontrando muy bien, ¡habrá que seguir!

Hasta el Portiño y vuelta, tuve que obligarme un poco... (soy un pretencioso, lo sé) pero al volver varié un poquito el recorrido y me metí por Adormideras, así podía hacer coincidir el final con un kilometraje perfecto (no me di cuenta, me faltaron unos 75 metros... ¡puaj!) 21.01 Km, y perfectamente... hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto corriendo y por eso me apetece contarlo.

"Mas allá de lo extremo de la fatiga encontramos cantidades de alivio y poder que nunca habíamos soñado con poseer; fuentes de la fortaleza nunca antes puestas a prueba por que nunca habíamos empujado la puerta de la oclusion"